Paciencia,
si quieres encontrar al hombre ideal… podrás lograrlo, pero con paciencia. Hay
buenas parejas, algunas que son de ensueño, tú puedes lograr formar una, pero
con paciencia. Sigue leyendo …
Al
principio a vida nos parece un cuento de hadas, que todo va saliendo a la
perfección, pero obviamente no es así. Desde pequeñas nos enseñan que somos
unas princesas y que nuestro príncipe azul está ahí afuera buscándonos. Podemos
ver la vida en esta versión rosa, o podemos verlo como es en realidad. ¡Qué
gran verdad! Cuando empezamos una relación de pareja, nos hacemos la ilusión de
que puede que hayamos dado en el clavo, que encontrásemos al correcto, el
príncipe encantador de nuestras vidas. Pero tras un tiempo, abrimos los ojos y
nos damos cuenta de que no todo es tan bonito como nos parecía en un principio.
Por
ejemplo: De repente un hombre joven, empieza a contactar contigo diciéndote
cosas bonitas o simplemente elogiándote con tu mejor rasgo, “¡Hola!”, “Ojos
bonitos” o “¡Preciosa, qué cuerpazo tienes!”. Tú te sorprendes y decides, por
una curiosidad femenina natural, hablar y contactar con él. Al principio todo
es maravilloso con él, y eso te lleva a conocerle un poco. Y por lo que llegas
a conocerle, te gusta, y quieres conocerle más aún… Le preguntas cosas más
íntimas y él también por tu su parte. Más tarde, en nosotras surge un pequeño
cosquilleo cada vez que hablas con él, o cada vez que te elogia. Al final te lo
terminas creyendo. Ahí llega el momento en el que no vemos y vivimos
alimentadas de sus esperanzas, promesas y halagos.
Pero,
¿qué mal nos ha conducido a este problema? Él sigue tan feliz de tenernos, de
tener una chica tan guapa, pero a medida que va pasando el tiempo, te exige
más. Muchas más cosas y tú, al estar ciega, se las das todas. Sin importar lo
que cueste. Se lo das todo por un “eres mi vida” o por un “te quiero”. Y aunque
muchas mujeres digan que no a esta altura del artículo o digan simplemente “a
mí no me pasa eso”, es mentira. A todas nos ha pasado, nos está pasando, o nos
pasará. Porque toda mujer ha nacido con un velo rosa de bondad y generosidad, y
esto es lo que utilizan muchos hombres para conseguir un único fin: usarnos. Es
feo, es muy malo sentirse usada pero, ¿qué mujer no se ha sentido así alguna
vez? Por tanto, para esto he llegado a encontrar un único remedio posible.
La
paciencia es la que nos da la sabiduría de que tarde o temprano tendremos la
oportunidad de encontrar a nuestra pareja ideal. Podemos esperar mucho o poco,
pero nuestro esfuerzo, y nuestra voluntad, siempre tendrá su recompensa. Puede
que digáis: “No soy una mujer paciente” o “nunca encontraré a mi hombre ideal.
Eso sólo ocurre en las películas”. Pero piensa, ¿qué son las películas si no
historias basadas en algo que sucede? Pues las películas son un reflejo de las
vidas de nosotros mismos. Así que, sí se puede llegar encontrar nuestra pareja
ideal si vamos de mano con la paciencia.