La señorita Venganza llego a casa con los ojos hinchados
empapados en llanto, se sentía
herida, humillada, llena de ira.
Se paro frente a su espejo se limpio los ojos,
y un sentimiento de rencor la embargo,
quería devolver el daño padecido.
Su alma ardía en fuego y se dejo arrastrar
por el orgullo y la vanidad.
De repente recordó algo que le serviría en su plan de venganza,
camino sonriente, orgullosa y malvada
hacia un cajón donde guardaba una mascara,
era el rostro de la JUSTICIA.
Sabia que algún día me podrías servir ,
tu tan respetable, tan equitativa , tan buena.
Nadie me juzgara si te utilizo y se puso la mascara
de la gran señora JUSTICIA........
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