Solo es un sueño: marzo 2024

nrg

sábado, 2 de marzo de 2024

A veces uno desaparece gente en su corazón

"A veces uno desaparece gente en su corazón, 
en su cabeza, en las canciones, 
enterrados en el patio trasero
o en rincones de la ciudad 
que detienen su tiempo como en una postal.

Y a veces esas personas que no estaban
 del todo muertas
del todo olvidadas 
o del todo enterradas
regresan para mostrarnos una parte de nosotros
que con ellas murió, o se olvidó o quedó detenida
como una figura de cera para un museo 
de nuestras nostalgias reprimidas.

Y es entonces que sus actos de aparición
nos descubren como nos encontrábamos 
cuando éramos jóvenes y repasábamos
a esos niños que fuimos en los álbumes
donde pegabas las fotografías y las cubrías
con una pequeña capa de plástico.

Nuestra era digital no dista del todo
de aquellos seres análogos que fuimos
antes de las "historias" o de la vida efímera
ante gente que aparece y desaparece
con la velocidad de un scroll de pantalla.

El corazón sabe de sus luchas 
y aún más de sus derrotas. 
De toda la arena y de todo el fango que tragó
y de todos los años que lleva a cuestas
como un vagabundo que empuja
un carrito de supermercado
en medio de la noche de una fría ciudad 
donde suenan los fuegos artificiales
mientras otros sólo esperan 
el sol primero de un año nuevo
que no dista demasiado
del sol que apareció ayer".




viernes, 1 de marzo de 2024

Me costo un infierno y un cacho de vida el amarte

Me costo un infierno 
y un cacho de vida el amarte.
Pero el dejarte, 
barrió con mi seguridad 
y dejo una capa dura de incertidumbre,
dolió cada centímetro del cuerpo, 
me cansé de temblar, 
me seque de llorar, 
me diste directito en el punto exacto, 
ese que donde conté 
mientras estábamos sentados en la playa, 
que ya me habían lastimado.
Ya no me encontré, 
me dejaste sintiéndome poco, 
diminuta, 
volátil; 
divague y me perdí, 
entre palabras mal dichas, 
entre frases de gente 
que no tiene idea 
de las costras que aún no sanan.
Aborreci mis ojos, 
mi lengua, 
mi cuerpo; 
me compare con ellas, 
desmenti a los hombres que me rodean, 
no creí en las letras 
que conforman la palabra amor.
Huí sin rumbo, 
me dedique a llorar, 
hice un posgrado en corazones rotos 
y una maestría en engaños perfectos.
Aprendí lo teorico, 
como siempre, 
ahora espero que someterme a la práctica
no vuelva a ser opción de nuevo.