Escucha a Madre que te quiere hablar,
hoy te canta el cielo y el mar
y la luna baila contenta te quieren decir
que no olvides que ella es tu hogar.
Abre tu corazon, todos somos hijos de
Madre.
Abre tus ojos mira un manto de estrellas nos
cobija para soñar , no dejemos que deje de
brillar.
No dejemos que agonice Madre...... DESPIERTA
*Madre*... palabra sublime que representa la fecundidad divina, el alimento material, moral y espiritual de la especie humana -sin desvirtuar las especies animales-. La palabra *madre* sintetiza en sí, la vida; esa bendita palabra -*madre*- nos acompaña hasta nuestra vejez -sí tenemos la suerte de tenerla viva, o no- en los momentos más tristes o desesperados, como si a su sola mención, ella estuviera presta a cubrir de besos como antes... nuestro dolor.
ResponderEliminarPero *madre* también es, y por las mismas razones de fecundidad, de alimento, de bienestar, de paz, de generosidad: *La madre tierra*... ella, que todo nos ha puesto al alcance de nuestras necesidades, para alimentarnos, para cubrirnos, para disfrutar, para tener un pedacito de ella en el mundo y orgullosos decir: ¡Ésta es mi tierra! Pero para cuidarla, para protegerla de nuestra voracidad, para amarla, respetarla y venerarla porque en ella hemos visto la luz por vez primera, y desde entonces, de ella, cosechamos diariamente lo que construye y constituye nuestras vidas.
Amelia, no dejemos que agonice ninguna de ellas sin poner de nuestra parte nuestro mejor empeño, y siempre con sabor... a gratitud.
Un dulce beso... mamacita.